Un año atrás me era imposible concebir la idea de escribir esto, hoy me doy una palmada en la cabeza, como un gesto de pena, con las yemas de los dedos en la cien. Ha sido un año de mierda, pues como lo predije cuando empezó: el año que viene sera peor que este. Y lo es, pues no escribo desde esa época, no puedo hacerlo, tengo una espina clavada en el pecho que hace unas semanas se hundió más en mi ser, inerte, que solo atina a resistir el paso del tiempo y sus desavenencias. Solo me pregunto a diario por que a mi y al no encontrar respuesta me queda solo la ironía, las palabras dichas que ni yo escucho, ni entiendo, mucho menos a quienes se las dije.
Lo que ella me dijera aun persiste en mi pero no hago caso a sus palabras, y creo que no las seguire haciendo caso, pues voy de error en error.
Vivo en Ica, no se por qué, escribo aquí sin saber la razón, pero dentro del todo es algo que disfruto. Sueño despierto y dormido, hablo poco, miro mucho y pienso en exceso.